El señorío humano.

El ser humano es una criatura especial, tiene en sus manos el "señorío", esto es la administración del planeta y toda su creación. Por lo tanto, lo que vivimos hoy es producto de cada acción del ser humano en un pasado lejano o próximo.

Es decir, el estado del planeta, el sistema de gobierno de países, los avances de la ciencia, la contribución de las ciudades, el deterioro de las fuentes naturales, incluso el lugar de nacimiento de cada persona... todo en términos generales, ha sido generado por decisiones de la humanidad.

Como criatura con inteligencia superior a las demás especies vivas, tiene también en sus manos la mayor responsabilidad, y cada persona en particular juega un papel importante en este gran rompecabezas. Somos parte activa de la "administración planetaria" esa es nuestra labor.

Desde la conservación de los recursos naturales, las responsabilidades cívicas, el orden comunal, los valores éticos, la vida familiar, y todas aquellas acciones humanas que contribuyen en favor o detrimento de este mundo, ya que la administración de estos elementos te lleva a mejores condiciones de vida o te hunde en sistemas de vida vulnerables.

Existe un principio universal que se aplica con toda seguridad "todo se puede mejorar, todo se puede empeorar". Desde este nivel de conciencia es que debemos partir, para evaluar nuestras acciones humanas o discernir nuestra conducta actual. De esta forma, corregir hábitos incongruentes y alimentar las buenas prácticas administrativas planetarias.

Ciertamente como personas individuales, se nos salen de las manos el poder controlar las acciones de grandes comunidades industriales, políticas y sectores que se niegan a fomentar buenas prácticas para la administración del planeta.

Pero la responsabilidad directa que tenemos todos los seres humanos, se resume en señorear de la mejor forma posible mi pequeño espacio territorial. Esto es en términos de alcance; nuestra vida privada, la familia inmediata, nuestro barrio, la ciudad en que vivimos y de ser posible la nación en la cual habitamos.

Cada persona tiene un circulo en el cual se puede mover de forma efectiva, no importa de qué tamaño sea ese círculo, lo que sí importa, es el hecho de estar cumpliendo la labor encomendada por el mismo Creador: " Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgada, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra." Gn.1:28

De alguna forma, podemos ser agentes de bienestar y constructores de mejores formas de vida para las próximas generaciones.