Tan solo 30 minutos.
- Henry Quesada

- 1 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 22 ago 2022
Son las seis de la mañana todo está por comenzar en un día como todos, preparamos nuestra vestimenta de forma rápida para irnos a la ducha, el sonido de la cafetera indica que el café esta para servir, en una esquina el tostador levanta las rodajas de pan que humean un poco pasadas de fuego.
Mientras nos servimos el desayuno encendemos la televisión y miramos los noticieros, consultamos el viejo reloj sobre la nevera que nos indica que estamos un poco atrasados. La taza con un poco de café se enfría solitaria hasta el anochecer sobre la repisa. Cepillamos los dientes de forma rápida y buscamos las llaves del coche, con soltura salimos hacia el trabajo, quizás ni saludamos al vecino pues ya no queda tiempo.
El tráfico es pesado, todos quieren pasar y nadie pasa, los ánimos se suben pues hay conductores atrevidos, en nuestro rostro se ausentó la sonrisa, y con una mirada puesta en el infinito fingimos no conocer a quien está esperando el autobús para dirigirse al mismo centro de trabajo donde debo llegar.
Al llegar al lugar de trabajo encontramos el parqueo saturado, ya no hay espacio, debemos de aparcar el vehículo fuera de las instalaciones y es zona prohibida, pero nos arriesgamos.
Al final del día, con la mente cansada, los ánimos por el suelo, encontramos una boleta de infracción de tránsito en nuestro vehículo, ¡solo eso faltaba! Y aún queda llegar a casa y soportar de nuevo las presas de vehículos... Ahí vamos con la mente saturada, planeando las cosas que vendrán mañana…
Lo anterior puede ser una vivencia cotidiana y real para muchos, fuera del dramatismo esto es una realidad en todas las ciudades del mundo.
Y cada día crece exponencialmente estas vivencias.
¿Qué hacer?
Cambia tus hábitos y actitud, levántate 30 minutos antes de la hora acostumbrada, tómate tiempo en disfrutar el agua de la ducha, en deleitarse en tu desayuno, y de saludar a tu vecino de forma cortes.
Enfrenta el tráfico lento con una actitud positiva, sé amable y cuando se puede da paso a los que andan de mal humor, eso los hará calmarse.
Al llegar al lugar de trabajo encontraras espacio en el estacionamiento y no te multaran por dejar el vehículo en zona prohibida.
Al final del día irás a la casa quizás cansado, pero sin mal humor, eso te hará dormir mejor y recuperar ánimos para el siguiente día.
Tan solo por 30 minutos.
¡Puedes hacerlo!
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